Transpirar es orar. Es entregar lo más íntimo de tu ser como una ofrenda. El sudor es agua bendita. Un rosario de gotas benditas que liberan el pasado. Sudar es una antigua y universal forma de sanación, sea en el gimnasio, en un sauna, o en un temazcal. Yo lo hago en la pista de baile. Cuanto más bailas, más sudas. Cuanto más sudas, más rezas. Cuanto más rezas, más te acercas al éxtasis. ~ Gabrielle Roth, Sweat Your Prayers