“Gastamos más energía reprimiendo nuestro movimiento que rindiéndonos a él”
Gabrielle Roth
Desentumecer las articulaciones para abrirnos a la experiencia de recibir la ENERGÍA ying, capaz de nutrir cada célula de nuestro cuerpo, fluyendo desde la cabeza hasta los pies, permitiendo que estos se enraícen y tomen la esencia de la tierra para llevarnos por caminos circulares, explorando el giro y dulcificando nuestros ángulos.
Conectar con la ENERGIA yang, nuestro propio poder, que se representa en forma de verdad y claridad y es la puerta para acceder a nuestro corazón y nuestros sentimientos.
y entonces:
La ENERGÍA catártica fruto de la Fusión entre lo ying y yang, que aparece como un remolino caliente, sudoroso y desbordado, proponiéndonos una entrada en lo desconocido, sin temor a lo que podamos encontrar.
La ligereza del vacío…
Que sumada a la llegada del elemento aire nos expande hacia el espacio, nutriéndonos de una ENERGÍA efervescente y luminosa que nos propulsa hacia la conciencia universal a través de patrones y ciclos ancestrales.
Todo ello nos va preparando para un necesario regreso a casa, un encuentro con la ENERGIA de nuestro mundo interior, donde rescatamos figuras del pasado, presente y futuro, formas ying y yang que con la respiración se unifican transformándose en la danza de nuestra verdad, en el Aquí y Ahora.